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EEUU: QUÉ PASÓ CON VANESSA GUILLÉN…?

EEUU: QUÉ PASÓ CON VANESSA GUILLÉN…?

LOS ANGELES-EEUU  (especial para PrensaMare)  En Fort Hood (estado de Texas) viven 38.000 soldados; una cantidad que se elevaba hasra algo más de las 70.000 personas incluyendo familias y empleados civiles.

Allí se encuentra una de las bases militares más importantes del país. Se ubica entre Austin y Waco, y posee una superficie que supera las 85 hectáreas. Creada en enero de 1942, tyuvo un papel importante cuando EEUU decidió sumarse a la segunda gran guerra.

Su nombre trascendió más allá de lo militar a partir de la mañana del 22 de abril de 2020, cuando la soldada Vanessa Guillén (20 años), desapareció. Fue allí que comenzó a conocerse que durante meses había sufrido el acoso, sin que ninguno de sus superiores se inmutara.

Su cuerpo fue hallado dos meses más tarde, descuartizado, cerca de la base. Otro soldado la había asesinado. Su caso se transformó en un escándalo que superó los límites de la poderosa base y ya arrastró a 21 altos cargos que fueron relevados o castigados, ante los graves errores cometidos en el desarrollo del proceso.

Ella fue víctima de acoso y agresión sexual; y su muerte dejó salir a la luz el silencio con que otras cientos de soldadas han debido vivir en una suerte de “supervivencia” ante un ambiente de agresiones sexuales. Donde ninguna se ha animado a denunciar pues sabían de antemano que todo caería en saco roto. Pero además, por las consecuencias que podían sufrir. Inclusive las que intentaron denunciar sus casos, terminaron no haciéndolo pues desconfiaban totalmente de sus superiores.

Lo cierto es que esta horrenda muerte de Vanessa ha puesto a la luz la existencia de abusos en el Ejército. Inclusive algunos investigadores han buscado referencias y antecedentes sobre esta ‘prestigiosa’ (¿?) base militar y hallaron que la cantidad de delitos sexuales es muy elevada en más respecto a la media del Ejército.

Posee la segunda mayor incidencia de intentos de suicidio. Y por si fuera poco, es una de las peores a la hora de analizar el consumo y existencias de drogas (¡) en su interior. En la búsqueda de la saldada, los medios se enteraron que un soldado había sido declarado “desertor”; sin embargo, fue encontrado su cuerpo…

Es cierto que la base de Fort Hood muestra un importante ‘prestigio’ a nivel militar, y son muchos los uniformados que anhelan llegar a ella.

La investigación del caso de Vanessa Guillén es terrible: fue asesinada a golpes de martillazos en la cabeza. Fue trasladada a un río, donde la desmembraron y la quemaron.

Ella llegó a Fort Hood en 2018, y a partir de allí vivió un calvario. Según le dijo en un momento a su madre, dicho sitio era “el infierno”. Fue allí que le relató los abusos, las violaciones, la circulación de drogas, los suicidios, la constante poresión e indiferencia de los superiores, y la existencia de grupos que calificó como “pandillas”.

El irse no era fácil; era imposible. Debía cumplir 3 años en dicho destino, antes de poder marcharse.

Las denuncias eran imposible de canalizarlas en razón que muchos de los que debían tratar dichos casos eran los propios… violadores.

El 22 de abril desapareció y el 30 de junio, encontraron sus restos. Cuando dejó de responder su teléfono (el 22) su familia (padres mexicanos y 5 hermanos estadounidenses) comenzaron a preocuparse. Tanto es así que el mismo día, la hermana mayor, fue a Fort Hood. No obtuvo respuesta alguna, y ello se continuó por semanas.

El Ejército la declaró “ausente sin permiso” desde el 24 de abril hasta el 30 de junio. Este último día, un grupo de obreros encontró junto al río León en Belton (Texas) los restos.

En la noche del 30, la novia del soldado Aarón Robinson confesó. Cecily Aguilar que había logrado superar (zafar) un interrogatorio anterior, no aguantó y reconoció que había mentido. Dijo que el soldado la había matado a golpes de martillo en la sala de armas. Que ella fue sacada de Fort Hood ya muerta (dentro de una caja). Robinson pidió ayuda a su novia para hacerla desaparecer; ella pasó a buscarlo en un auto y juntos fueron al río.

Ese día 30, al hallar a Vanessa, el soldado escapó de la custodia militar (¿?) y luego se suicidó con un arma de fuego.

Las miradas también se dirigen hacia un supervisor militar que acosaba a Vanessa y generó en su contra un ambiente persecutorio. En la unidad militar estaban al corriente de esta situación, y los superiores del supervisor, no actuaron.

Inclusive ha quedado demostrado que en la unidad existió un pacto de silencio para tratar que la investigación no avanzara. Pero las presiones externas fueron tan grandes que el Ejército dispuso una investigación administrativa a cargo del general Michael Garrett. Recién con las conclusiones publicadas el 30 de abril de 2021, el Ejército reconoce probado el asedio.

Se sabe que ese acoso comenzó en el verano de 2019, de parte de un supervisor, que invitó a Vanessa a participar en un trío sexual. Su negativa hizo que el superior la tomara como un verdadero “objetivo” y la persiguiera. Enterados de esta situación, 2 soldados compañeros de Vanessa informaron de la irregular situación a los superiores.

La investigación determinó que el soldado Robinson había acosado a otra militar de la base. Hasta el momento no se ha podido establecer el motivo del crimen.

El tema sexual es grave en el interior de las Fuerzas Armadas. En el año 2020, existieron 5.640 acusaciones de agresión sexual presentadas oficialmente. De ellas, apenas 255 llegaron a juicio; y finalmente, solo 50 generaron una condena relacionada con el delito sexual.

La base dispuso la Operación Las Personas. Se trata de medidas para restablecer la confianza, desde facilitar las vías de comunicación hasta reforzar la formación sobre la identificación del acoso. Se pretende mejorar la comunicación hacia el exterior.

Lo llamativo es que tras el crimen de Guillén, el Ejército dispuso que el coronel Myles Caggins se incorporara al equipo de relaciones públicas. Sus antecedentes no son de lo mejor –más allá de lo que piensen sus superiores-, porque cumplió misiones de comunicación en la guerra de Irak, y en la prisión de Guantánamo…

En el primer caso debe recordarse que EEUU sustentó –junto a Europa- la mentira de las “armas de destrucción masiva” (de Sadam Husseim, al que atraparon y asesinaron) para producir una criminal invasión que se mantiene. En el segundo caso, se trata de un sitio donde los presos (secuestrados desde diferentes lugares del mundo) carecen de cualquier derecho y reina la justicia militar; la misma que valida las declaraciones tomadas bajo tortura…

Sobre esta base de Fort Hood, una tarea efectuada por investigadores independiente, concluyó que entre 2018 y 2020 se suicidaron 50 soldados; que fueron asesinados otros 11; que solo se investigaron los casos de 2 soldados desaparecidos en 5 años. Elder Fernandes, un militar de 23 años, fue encontrado el pasado agosto ahorcado en un árbol cerca de la base tras días desaparecido.

Se espera que el crimen de Guillén sirva para producir un cambio profundo en el interior del Ejército, en lo referido a las relaciones con las mujeres uniformadas.