Lun. 18. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

CRIMEN DE CARABINEROS CHILENOS

CRIMEN DE CARABINEROS CHILENOS

Un nuevo hecho que suma preocupación...

SANTIAGO- CHILE  Se estima que más de 3.000 personas -en su mayoría de comunidades indígenas- asistieron al funeral del joven mapuche Camilo Catrillanca. Fue asesinado el miércoles por fuerzas de Carabineros antiguerrilla en la comuna de Ercilla, en el sur.
Este hecho agrava la imagen ya desgastada de los Carabineros, luego de descubrirse la participación en montajes, con pruebas falsas, para acusar y reprimir a las comunidades indígenas mapuches.
Los restos del nieto del emblemático lonko (jefe) Juan Catrillanca fueron velados en el mismo fundo La Romana en Temucuicui, donde fue asesinado. Los asistentes a la sepultura llegaron a pie, en caravana de carretas y caballos, vistiendo sus atuendos típicos. Se podía escuchar el sonido del cuerno y se observaban sus caballos adornados con banderas mapuche, negras y azules, y globos negros.
Las machis -autoridad religiosa- hicieron las rogativas despidiendo a la víctima, para luego llevarlo al cementerio indígena cercano a Temucuicui. Se impidió el ingreso de la fuerza policial, en especial del contingente del denominado comando jungla (con formación en la selva colombiana), que es acusado del crimen del comunero. Igualmente en una muestra de ostentación y desprecio, las autoridades dispusieron que dicha fuerza represiva se mantuviera en estado “de combate” y en tanquetas blindadas, en las comisarías de Collipulli y Ercilla. El cuestionado jefe de la región de la Araucanía, Luis Mayol, acusó a Catrillanca de estar involucrado en negocios con vehículos robados, y lo acusó de haber participado en el asalto a tres profesoras.
El hecho es tan grave que se hizo presente el director general de Carabineros, Hermes Soto, quien confirmó que no quedaron grabadas las imágenes del momento en que Catrillanca recibe el disparo en la cabeza y por la espalda (¿?). El adolescente de 15 años acompañaba en el tractor a Catrillanca cuando regresaba a su casa. Este testigo presencial declaró ante el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), que los carabineros llevaban cámaras y que se las sacaron de sus uniformes tras disparar contra ellos.
El ataque de los uniformados fue inesperado, que repentinamente comenzaron a atacar a los jóvenes, con balines de goma y después con balas. Tras quedar la víctima en el piso sangrando, el otro joven fue atrapado por los carabineros quienes comenaron a golpearlo y lo suben a un carro policial.