BARCELONA-ESPAÑA  (PrensaMare)  Por fin de conoce de manera oficial una situación de la que muchos hablaban por lo bajo, y que había llegado a la prensa catalana (que prefirió mantener silencio).

Refiere a la situación tensa que vivían Lionel Messi y la dirigencia; particularmente con el presidente Joan Laporta.

En el 2020, el jugador llegó al límite de la relación con el entonces mandatario culé, Josep Bartomeu, y reclamó irse. Sin embargo, el presidente se plantó, y no permitió su salida (a menos que se pagara la cláusula de rescición).

Imposibilitado de irse, el jugador continuó diciendo presente en el equipo. Llegaron las elecciones y ganó Laporta, lo que luego abrió la puerta a un negociación entre las partes. Messi sentía aprecio por el regresado dirigente; confiaba en que con él podría recomponer la situacióny quedarse para retirarse con la casaca del Barcelona.

Inclusive eso fue lo que pensaron simpatizantes y el ambiente futbolístico en general a nivel mundial. Los únicos que no se desentendieron de la posibilidad de la salidad de Messi fueron desde la conducción del PSG. Fue así que el titular del club ‘ordenó’ que se mantuviera contacto cercano (tarea que cumplió el argentino Gastón Gaudio).

El tiempo pasó y cuando todos daban por cerrada la renovación de Messi, se conoció la imposibilidad de la firma del contrato ante la difícil situación económico-financiera de Barcelona, que está impedido de cumplir las nuevas normas de la Liga española.

Fue así que en pocos días (escasos por demás), el PSG se aseguró su contratación. Resultó que las avanzadas y amigables gestiones de Gaudio llegaron a buen puerto.

Luego vino lo irrisorio. Messi llega a París; nadie sabe qué número de camiseta usará; al final se informa que será la n° 30; y apenas 48 horas después de ello... decenas de miles de camisetas del PSG con el 30 y la inscripción Messi, estaban a la venta...

Cómo hicieron para en apenas 48 horas pudieran colocar el nombre y el 30, distribuirlas y ponerlas a laventa en Francia... es todo un misterio (o no tanto).

Pero ello ya es anecdótico. Lo que cuenta ahora es que Laporta salió a reconocer que la relación con Messi no era tan buena como aparentaba. Que la misma se había deteriorado.

Tanto es así que a Laporta se lo recordará en la historia del club, como el presidente que no pudoretener al jugador más importante del mundo. En conferencia de prensa Laporta dijo: "Pienso que ha sido una relación exitosa que ha durado muchos años y que al final se ha ido deteriorando. Hemos avanzado el post Messi dos años. Su presentación ha sido con sensaciones contradictorias. Como todos los barcelonistas, hubiera preferido verlo en el Barça, aunque hemos tomado la decisión correcta porque el Barça está por encima de todos".

La última parte de su expresión es clara; sostiene lo que todos ya saben: que ua institución está por encima de cualquier jugador. Y que en ese camino privilegió ‘los números’ del club antes que la continuidad de Messi.

Es así que se respondió a la pregunta que en su momento hizo Jorge Messi en el aeropuerto de Barcelona, cuando se iban a París: "¿Qué quién es el culpable? Pregunten en el club" (apuntando a la dirigencia del Barcelona).

Laporta también aprovechó para responsabilizar a su antecesor Bartomeu de la actual situación del club: "Hemos perdido un tiempo muy valioso para poner al día el club y su patrimonio". Agregando: "Es de oportunista. Nosotros, desde luego, depuraremos responsabilidades. Es triste ver una carta llena de mentiras y más para una persona que ha sido presidente de una directiva que ha llevado al club a la ruina. Es la doble moral de justificar lo injustificable de una mala gestión".

Ocurrió que días antes, Bartomeu dio a conocer una carta donde acusaba de "inacción" a Laporta y lo hacía "responsable de las pérdidas de 487 millones de euros respecto al pasado ejercicio y de la salida de jugadores como Lionel Messi".

Chispazos que deberán resolver en el ámbito del club (o de la justicia?), pero donde se encuentran con el duro golpe de volver a ser el segundo club español. Ahora sin Messi, han perdido el privilegio de estar posicionados como uno de los 5 grandes del mundo...