Mar. 19. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Política

BULLRICH, CON “B” DE BURRA…?

BULLRICH, CON “B” DE BURRA…?

Un discurso inconsistente...

CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA  (por Esteban D’Arret, PrensaMare)  En la gestión de Mauricio Macri, uno de los personajes que más “sobresalieron”, han sido la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.

No por una demostración de capacidad, sinopor su accionar alineando su ministerio a la geopolítica de EEUU e Israel, llevando adelante una gestión represiva, pero a la vez, con una muestra de desparpajo, incapacidad y torpeza, pocas veces observadas en una gestión democrática.

Sus declaraciones a lo largo de estos más de 3 años de funcionaria macrista, se enhebran con muchos más años donde sus declaraciones han sido xenófabas, clasistas, racistas, violentas y hasta contrarias, a cualquier razonamiento normal.

Una opositora empedernida a los reclamos de las organizaciones sociales. Inclusive negando la existen de crisis alimentaria en el país. Lo que inclusive ha ido en contra de la decisión oportunista de este gobierno nacional, que decidió apoyar en la Cámara de Diputados la declaración de la emergencia alimentaria.

Para Bullrich: “¿Quién puede ir a buscar trabajo si todos los días está en una marcha?”. Habiendo sostenido que si tenían hambre, fueran “a los comedores” comunitarios (¡). Un personaje que endilga a los movimientos sociales la responsabilidad de la pobreza en el país, y de tener que destinar exagerados recursos desde el Estado, que afectan al país.

Pero a su marcado derechismo y racismo, ella no oculta su incapacidad, desconocimiento e ignorancia. Una verborrágica, que gracias al respaldo incondicional de los medio hegemónicos, puede sostener cualquier barbaridad, sin ser contradecida, ni repreguntada. Lo que expone ante la sociedad, el tipo de ‘periodismo serio’, que forma opinión en Argentina.

Bulrrich es integrante y exponente de un gobierno que afirma que genera trabajo. Aunque el INDEC (en sus propias manos) indica que la desocupación se caerca al 11% (contra menos del 6% que dejó el gobierno peronista en 2015). Es decir que desconocen sus propios datos.

Lejos de ‘no querer trabajar’, como sostiene el macrismo y sus aliados políticos, junto a la prensa hegemónica, existen millones de personas (particularmente los jóvenes) que quieren trabajar y no pueden acceder a ello. Y no son los planes sociales (a los que descalifican), los responsables de inculcar la cultura del no-trabajo.

Existen en el país datos incontratables, que rechazan de plano los discursos del neoliberalismo y la derecha. Veamos: 1) La mayoría de los hogares obtiene ingresos provenientes del trabajo. 2) Un 38% de los hogares reciben sólo ingresos laborales. 3) El 84% de hogares que reciben ingresos laborales son de la clase baja/media. 4) En la llamada ‘clase alta’, trabajan menos: el 75%. 5) Entre los adultos mayores (que cobra jubilación), un 26% pertenece a hogares de clase obrera, y un 30% a sectores medios. 6) Los porcentajes anteriores se ven superados, cuando el 48% de los hogares de clase alta, también cobran jubilaciones. 7) Apenas entre el 1,5 y 2% de los hogares reciben ingresos por planes sociales. Solo el 0,8% del total de hogares reciben sólo esos ingresos. 8) De quienes reciben planes sociales, el 15% reciben AUH; de ellos, un 14% combinados con ingresos por trabajo, un 0,4% sólo recibe AUH.

Esta información surge de patos de PrensaMare y de del libro La Argentina del Siglo XXI (coordinado por Juan Piovani y Agustín Salvia; publicación de la Encuesta Nacional de Estructura Social, realizada entre 2012 y 2015; Consejo de Decanos de Facultades de Ciencias Sociales y Humanas de universidades nacionales).

Frente a estos incontratables datos (a los que no se puede acusar de ‘tendenciosos’, ‘políticos’ o ‘kirchneristas’), está claro que el discurso de Bullrich y de todo el macrismo (y la UCR, CC, ARI…) es erróneo y engañoso.

Los planes sociales no son la causal de la bancarrota del país; tampoco las jubilaciones que cobran las clases populares (si se tiene en cuenta que a la cabeza de quienes las cobran están los hogares de clase alta); no son los planes sociales los que desalientan el trabajo; no son los pobres los que tienen poca cercanía al trabajo; solo el 0,4% de todos los que cobran la AUH tienen ese único ingreso.

Pero todo este discurso no es casual, ni sus mentiras son un capricho. Responde a la estrategia de las clases dominantes por tergiversar y engañar. Los pobres lo son porque no tienen trabajo, o porque son mal remunerados. Allí está la cuestión.