MILANO-ITALIA (PrensaMare) Cuando un buque se ‘cruzó’ en el Canal de Suez, semanas atrás, se pusieron en funcionamiento alarmas en muchas potencias occidentales.
‘Gracias’ a ese accidente, ha vuelto a re-posicionarse el proyecto de un recorrido alternativo, pero que también preocupa a dichas potencias.
Porque como alternativa al canal de Suez, existe desde hace años la propuesta de la ruta comercial India-Irán-Rusia. Por cierto que un recorrido potable, rentable y de bajo riesgo. El tema es que a occidente ‘no le hace gracia’ pensar que tendrían más importancia en ese recorrido, los iraníes y los rusos.
Se lo conoce como el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur. Una comunicación internacional que reduciría el tiempo de traslado entre Asia Central y Europa de 40 a 20 días y a la vez, bajaría los costos en un 30%.
El encallamiento de la nave Ever Given (de la compañía taiwanesa Evergreen), dejó al descubierto la vulnerabilidad del recorrido mar Rojo-mar Mediterráneo y abrió la puerta a que se considere factible el corredor Norte-Sur (como se le llama de manera abreviada).
Anualmente pasan por el canal de Suez alrededor de 1.000 millones de toneladas de mercancías.
Irán, India y Rusia firmaron un acuerdo para crear un corredor marítimo y ferroviario, al que luego se sumaron otros 10 países de Asia Central, con una longitud de 7.200 kilómetros.
El corredor comienza en Mumbai (India); llega en barco al puerto iraní de Bandar Abbas, después, por carretera, conecta con la terminal portuaria Bandar-e-Anzali (también en Irán, en el mar Caspio), desde allí por vía marítima va a Astracán (Rusia), y por último a Moscú, San Petersburgo y otras ciudades rusas por ferrocarril.