Vie. 29. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

QUE VIVA LA DEMOCRACIA (Jorge A. Molinari)

QUE VIVA LA DEMOCRACIA (Jorge A. Molinari)

MONTEVIDEO-URUGUAY  (por Jorge Aniceto Molinari) (Abordando eso gris, que parece la teoría).

La democracia en el Uruguay nace en los hechos reales con don José Batlle y Ordoñez, su base es la democracia económica sin la cual la democracia política es una ilusión de sectores de la sociedad que se resisten en su comprensión intelectual a analizar los hechos tal cual son, una cierta forma de comodidad con el estado de las cosas.

En los centros históricos del desarrollo capitalista los otrora imperialismos, la democracia fue una conquista de las masas, sin salir del sistema madre que es el capitalismo, pero a la vez con incontables sacrificios.

Sin embargo la realidad actual nos muestra el problema en toda su dureza. Europa y EE.UU. hoy se defienden de la miseria, emitiendo sin respaldo y pretendiendo que ese costo lo pague el resto del mundo.

La Rusia de Putin también está en ese juego y participa alentando millones y millones de moneda aún fuerte en los presupuestos que van a la industria de la guerra. De eso no se habla.

Pero la democracia, supone una democracia económica en este caso sobre una base falsa, que contiene en los países desarrollados el incremento de los bolsones de miseria que comenzaron a ser frecuentes y aumentar en las grandes metrópolis.

Mientras tanto en nuestros países el incremento de la pobreza es permanente, y la democracia comienza a brillar por su ausencia. Se hacen congresos sobre la libertad empresarial de la prensa, pero la realidad nos muestra la secuencia de periodistas muertos por intentar ejercer su profesión libremente en la mayoría de los países.

Nosotros no renegamos del concepto de democracia, pero ello exige un plan –que debe ser necesariamente universal- para terminar ya con las guerras y con la pobreza, ese plan debe manejar la moneda y los impuestos, que en ellos es que hoy se manifiesta la aplicación de una política que va contra los seres humanos.

Estamos llegando a los límites del desarrollo del modo de producción capitalista –la eutanasia del rentista de Keynes o el agostamiento de la tasa general de ganancia de Marx- necesitamos que su predominancia muera en paz.

Hemos afirmando que el aparato productivo, más que en manos de seres humanos inhumanamente ricos, está en manos de una selecta capa de asesores y tecnócratas que lo manejan, y esos dos sectores coinciden en una franja muy pequeña en relación con el total.

Es un importante desafío, que consiste en plantearse como obraría esa selecta capa, ante la disyuntiva de un incremento de la guerra que pusiera en peligro a toda la humanidad – como ya comienza a avizorarse- el fascismo, o se adhieran a un programa que hoy no existe, y la izquierda al nivel actual ni siquiera propone. Una carencia que es urgente encarar para estar a la altura de los maestros.

Se trata entonces de crear los instrumentos universales: moneda única, sistema impositivo basado en la circulación del dinero para dar muerte a los paraísos fiscales y a los sistemas impositivos basados en el consumo, los salarios y las pensiones.

Solo así en democracia la humanidad estará en condiciones de reconvertir para la paz un inmenso y terrible arsenal para la guerra,  una industria que debe ser transformada inexorablemente para la paz, si es que como todos aspiramos la humanidad continúe su marcha abarcando en sus beneficios a todos los seres humanos. Solo los fascistas no se involucrarán en este objetivo.