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DEPUESTO POR EL ‘NAVARRAZO’…

DEPUESTO POR EL ‘NAVARRAZO’…

CÓRDOBA-ARGENTINA  (por Jorge Conalbi, CTA Autónoma)  Depuesto por el “Navarrazo”, abandonado por Perón y preso de Alfonsín.

En la última sesión del Concejo Deliberante de Alta Gracia se presentaron proyectos para nombrar dos calles. Una en el barrio que crece en el loteo del plan Lo Tengo, y otra en Barrio Amadeo Sabattini. Para el primer caso, una de las propuestas, que venía apoyada por ambos bloques, fue rápidamente aprobada por unanimidad y el barrio ya cuenta con una arteria denominada Felipe Rocca, en memoria del reconocido docente del Instituto El Obraje.

Para la otra calle, el Bloque de Hacemos Por Alta Gracia toma la iniciativa del concejal Manuel Ortiz, quien impulsa bautizarla Gobernador Ricardo Obregón Cano. Pero la arteria del Barrio Sabattini deberá esperar un poco más, ya que la oposición del bloque de Alta Gracia Crece obligaba al oficialismo a buscar una mayoría agravada -que tal vez no lograría- para tratarlo sobre tablas. Así, el tema será tratado primero en la Comisión de Legislación General y luego volverá al recinto para su tratamiento definitivo.

Cabe detenerse un poco en recordar al ex gobernador de Córdoba.

Ricardo Obregón Cano nació el 4 de abril 1917, Río Cuarto  y falleció a los 99 años, el 19 de junio de 2016, en Buenos Aires. En 1951 fue elegido senador provincial por Río Cuarto y presidió por varios períodos el Bloque Peronista. Renunció al senado para ser ministro de gobierno de Raúl Lucini. Con el golpe de la “Fusiladora” de 1955, fue encarcelado y sometido a simulacros de fusilamiento. Finalmente marchó al exilio desde donde continuó su militancia contra el dictador Pedro Eugenio Aramburu y luego contra Isacc Rojas.

En 1971, sus antecedentes políticos en Córdoba y su lealtad llevan a Obregón Cano a ser designado por Perón como delegado del Consejo Superior Peronista para llevar adelante la tarea de reorganización partidaria en Córdoba. En aquel proceso, a pesar de la orden del máximo líder de conformar listas de unidad en todos los distritos, en Córdoba el peronismo fue a la interna y la lista Unidad encabezada por Obregón Cano e Hipólito Atilio López se impuso con casi el 60% sobre la de Julio Antún y Alejo Simó, exponentes de la ortodoxia peronista.

Victoria del Frejuli y un histórico primer debate televisivo.

El 11 de marzo de 1973, el Frente Justicialista de Liberación (Frejuli), con Obregón Cano como candidato se impuso con el 44,2 % y una diferencia de 12.820 votos sobre el candidato de la Unión Cívica Radical (UCR) Víctor Martínez, quien cosechó el 43,1 %. El resultado obligaba a un balotage, que a su vez dio lugar al primer gran debate televisivo entre candidatos, concretado el 8 de abril, apenas una semana antes de la segunda vuelta, en la que las urnas llevaron al peronista a la gobernación, habiendo obtenido el 53,84 % y una diferencia de 86.566 votos. El moderador de aquel debate fue Jorge Pérez Gaudio, por entonces gerente de los Servicios de Radio y Televisión (SRT), quien años después reveló que en una ocasión -en la que se había encontrado casualmente con Martínez- éste le dijo que aquel debate le había hecho perder la elección.

En su breve paso por el gobierno de Córdoba -duró menos de un año, entre el 25 de mayo de 1973 y el 28 de febrero de 1974- Obregón Cano se propuso reparar los daños sufridos por décadas de dictaduras militares, propició la unidad entre los distintos sectores. Fue uno de los primeros en propiciar el turismo en la provincia y comenzó la obra de construcción de la autopista que comunica la capital provincial con Villa Carlos Paz.

Atravesado por las presiones de la derecha peronista, el gobierno de Obregón Cano culminó con su derrocamiento por parte del jefe de la Policía de Córdoba, el teniente coronel Antonio Domingo Navarro, ex jefe de la Policía Militar del Tercer Cuerpo del Ejército, quien se sublevó al enterarse que sería relvado de su cargo. Navarro encabezó un golpe policial denunciando la “infiltración marxista” en el gobierno. También fue depuesto el Vicegobernador Atilio López, y ambos fueron detenidos. En lugar de restituir a las autoridades elegidas democráticamente, el Presidente Perón ordenó la intervención federal de Córdoba. Atilio López fue asesinado pocos meses después, el 16 de setiembre de ese año. Obregón Cano logró exiliarse en México en agosto de 1974.

Regresó al país en 1984. Durante el exilio participó de la fundación del Movimiento Peronista Montonero quedando en la línea de fuego del decreto 157/83 dictado por el Presidente Raúl Alfonsín, que instaba al Ministerio Público Fiscal a juzgar a dirigentes montoneros por las actividades sediciosas y terroristas atribuidas a esa formación entre 1973 y 1976, años en los que Obregón Cano no perteneció a esa organización. Quiso la casualidad que Víctor Martínez -su vencido en 1973- ocupara la vicepresidencia de la Nación cuando el ex gobernador fue apresado. Fue condenado a diez años de cárcel, sin que se le comprobara un solo delito concreto, más allá de su adhesión a Montoneros después de la dictadura cívico militar. Fue, sin dudas, uno de los primeros presos políticos de la recuperada democracia.

Ricardo Obregón Cano se dedicó a la política prácticamente toda su vida. De todos los cargos que se ganó con el voto popular, fue depuesto por fuerzas antidemocráticas: La “Fusiladora”, elecciones anuladas y el “Navarrazo”. Aunque en los últimos años se le rindieron algunos homenajes, la democracia argentina aún está en deuda con su memoria.