ROMA-ITALIA (PrensaMare) Numerosos interrogantes surgen tras la explosión del día 4 en el puerto libanés de Beirut. Ya han sido descartadas las posibles acciones terroristas, o de impacto de algún misil o explosión planificada.
Pero lo cierto es que el puerto de la capital de Líbano es clave en estos momentos. Porque el país afronta una grave situación económica-financiera, con negociaciones ante el Fondo Monetario Internacional.
En este sentido, existe quienes proponen endurecer las relaciones y negociaciones y apostar –mientras tanto- con una jugada a nivel geopolítico. La idea, sería la de apostar para que China tome participación en la reconstrucción y en la modern ización portuaria. Lo que significaría –además- que a partir de ello, esa potencia comience a tener una importancia de peso (económico, político y geopolítico).
Un hecho que causa preocupación en las potencias occidentales.
Ante esta explosión, existen quienes han comenzado a sospechar que el hecho no ha sido causal, sino que podría haber sido “inducido” (en medio de la incapacidad –debe reconocerse- de las propias autoridades libanesas).
Para el país, el puerto es clave. De allí que en medio de una dura negociación (con el FMI) se produzca esta explosión, resulta (por lo menos) sospechoso.
Debiendo tenerse en consideración que el puerto de Beirut es ‘clave’ en el proyecto de la Ruta de la Seda (lanzado por China), por su ubicación geográfica. Un puerto que con este estallido ha tenido pérdidas de unos 1.000 millones de dólares. Donde la reactivación necesita de –al menos- de 500 millones de dólares. Cifras extremadamente elevadas para Líbano.
Los analistas y conocedores de los movimientos portuarios indican que este golpe a Beirut beneficia pura y exclusivamente a su competidor: el puerto israelí de Haifa. Localidad del norte israelí; a 90 km de Tel Aviv; con 280.000 habitantes y centro de un área cercana que totaliza 600 mil ciudadanos.
El gran interrogante…
Que surge en la clase política libanesa es saber hacia donde caminar. O se sigue por la misma senda y se claudica definitivamente ante el FMI y las potencias occidentales. O si –por el contrario- se busca la mejor y más digna salida, con vistas a construir una sociedad más justa y previsible a futuro.
Este durísimo golpe a la economía y la infraestructura libanesa (la explosión) de seguro va a ser aprovechada por las potencias que quieren profundizar la dependencia y dominación del Líbano.
Aunque suene cruel y hasta ‘utilitario’, más allá de los daños y las muertes y heridos, la explosión deja a un país agravado (Líbano) y beneficiarios (EEUU, FMI, Israel, Francia, Unión Europea…).
En principio habrá que determinar qué responsabilidad tienen los que depositaron en el puerto en el 2014 (2014) en una bodega portuario, miles de toneladas de nitrato de amonio. Y también si se puede desentrañar a quienes responden los responsables de dicho depósito.
Está claro que la estrategia de occidente para con Líbano ha sido (y es) la existencia constante de la inseguridad, y la inestabilidad. Mientras, las autoridades dispusieron el arresto domiciliario de todos los directivos de la autoridad portuaria de Beirut. A la vez que se ha frenado la intentona occidental de crear “una investigación internacional” sobre el siniestro.