Vie. 19. Abr 2024, Santa Fe - Argentina
Editorial

UNA NUEVA PIRATEADA BRITÁNICA

UNA NUEVA PIRATEADA BRITÁNICA

SANTA FE-ARGENTINA  (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Si algo identifica a los británicos dentro de la historia mundial es su actividad de piratas. De delincuentes, criminales que operaban en forma ‘independiente’ o directamente relacionados con el poder. Pero más allá de ello, la propia política exterior británica se encargó de sostener ese calificativo, en nombre del “comercio”, la “libertad”, la “navegabilidad” y las “buenas relaciones” entre los países.

Algunos de los mejores ejemplos de esa actividad sustentada en la diplomacia de la cooptación de traidores y comerciantes lo demuestran las usurpaciones y colonialismo de las Islas Malvinas y de la europea Gibraltar. Aunque no son las únicas en pleno siglo 21.

Los territorios controlados por Gran Bretaña, que desde el 2002 se denominan “Terriorios Británicos de Ultramar”, son 14: Anguila, Acrotiri y Dhekelia, Bermudas, Islas Caimán, Islas Giorgias del Sur y Sandwich del Sur, Islas Malvinas, Islas Pitcairn, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Gibraltar, Monserrat, Santa Elena, Ascención y Tristán de Acuña, Territorio Antártico Británico, y Territorio Británico del Océano Índico. A ello se agregan 3 ‘dependencias’: Guernsey, Isla de Man, y Jersey. 

Ahora se ha tomado conocimiento que el juez británico Nigel Teare, sentenció que las 31 toneladas de oro venezolano que se encuentran en el Banco de Inglaterra no pueden ser manejadas por el Banco Central de Venezuela (BCV).

Para semejante fallo tomó en cuenta que el “el gobierno de su Majestad reconoce a Guaidó en calidad de presidente constitucional interino de Venezuela” (¿?).

De esta forma, quien tendrá acceso al oro venezolano (valuado en más de 1,6 mil millones de dólares), será el “gobierno de Guaidó” (¿?). Un ‘gobierno’ que no controla absolutamente nada; que no posee sede; que carece de control territorial; que no fue elegido por el pueblo venezolano. Un ‘gobierno’ que ha sido… autoproclamado (¡).

De concretarse esta increíble decisión, un juez de un tercer país estaría destinándole las reservas de los venezolanos a un individuo sin representatividad alguna.

Mientras algunos sostienen que se trata de una ‘decisión judicial’ independiente del poder político, deberían leer a John Bolton (exasesor de Seguridad Nacional de Donald Trump) quien en su libro (“La habitación donde sucedió, una memoria de la Casa Blanca”) afirmó (tiempo atrás) que el entonces ministro de Relaciones Exteriores británico, Jeremy Hunt, estaba “encantado de cooperar” con Estados Unidos, “por ejemplo congelando los depósitos de oro de Venezuela en el Banco de Inglaterra”.

Se trataba de una maniobra iniciada en el 2019 por parte del poder anglosajón mundial para asfixiar financieramente al presidente Nicolás Maduro.

El Banco Central Venezolano influctuosamente trató de acceder a su dinero -reservas de oro-, sin lograrlo. En mayo del 2020 realizó una demanda ante el Tribunal Comercial de Londres para que el Banco de Inglaterra entregue el oro venezolano. Se explicaba que el dinero producido sería destinado al Programa de Desarrollo de Naciones Unidas para hacer frente a la pandemia en el país.

Lo que evidencia que el juez británico ni siquiera entendió de razones humanitarias.

Desde Washington se le reclamaba a Londres que ‘alineara’ sus decisiones en contra de Maduro, tal como lo lleva adelante la Casa Blanca, el Departamento de Estado, el Tesoro, y la Justicia. Ahora, con esta decisión, evidentemente la justicia británica se alinea con la decisión de las autoridades británicas, que son funcionales directas a Washington.

Esta situación constituye toda una advertencia para el mundo, pues cualquier tribunal de una potencia occidental podría desviar las reservas de un país en favor de terceros. Todo un aviso para los países periféricos que ‘confían’ en bancos centrales de potencias, para “resguardar” sus reservas en oro.

Se asiste a un verdadero robo o acto de piratería siglo 21, apropiándose y desviando de activos Venezuela en el exterior. Ya EEUU había dado un paso en ese sentido apropiándose de bienes venezolanos, como sucedió con la firma CITGO (filial de PDVSA en Estados Unidos), valuada en 8.000 millones de dólares.

Hoy por hoy este personaje llamado Juan Guaidó carece de cualquier tipo de representatividad. Se convirtió en un empleado ‘a sueldo’ de Washington, que ahora le ‘adjudican’ las reservas de oro de todo un país donde es repudiado (¡).

Tanto Guaidó como sus seguidores reclaman aún más “mano dura” de EEUU y sus aliados contra Maduro. Consideran que las sanciones, los robos, las apropiaciones y hasta una invasión militar solo lo afectarían a él, y no a la sociedad venezolana (¿?).