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CONDENAS EN LA APROPIACIÓN DE LA NIETA N° 127

CONDENAS EN LA APROPIACIÓN DE LA NIETA N° 127

MENDOZA-ARGENTINA  (PrensaMare)  El Tribunal Oral Federal 1 condenó a los responsables de la sustracción y apropiación de la nieta n° 127 identificada por las Abuelas de Plaza de Mayo en 2017.

Se trató de la hija de María del Carmen Moyano y Carlos Simón Poblete (fotos), ambos desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar.

Los condenados son los policías retirados Armando Osvaldo Fernández Miranda y Abelardo Garay, quienes recibieron penas de 10 y de 8 años de prisión, respectivamente. La esposa del primero fue condenada a 5 años de cárcel.

Fernández Miranda fue oficial de inteligencia de la policía mendocina (D-2), condenado como "coautor penalmente responsable de los delitos de retención y ocultamiento de un menor de 10 años, por la alteración del estado civil y por hacer insertar datos falsos en documentos públicos destinados a acreditar la identidad de las personas".

Su cónyuge Iris Yolanda Luffi, fue considerada coautora de los mismos delitos.

La condena de Garay (exintegrante del D2) fue condenado como partícipe necesario de "retención y ocultamiento de una menor de 10 años" y por ser coautor de "alteración del estado civil" y de falsear un documento público.

El Tribunal calificó los hechos según la Ley 11.179, que regía al momento en que comenzaron a ejecutarse los delitos y que prevé penas menores (a las pedidas por los fiscales).

Se comprobó que el D2 tuvo injerencia en la persecución sufrida tanto por Moyano como por su grupo de pertenencia durante 1975, cuando María del Carmen aún vivía en Mendoza. Entonces, Fernández Miranda era parte del D2 junto con el fallecido Eduardo Smaha Borzuk, y luego se incorporó Garay. A causa de la persecución, Moyano se radicó después en San Juan, donde conoció a Poblete.

La hija de ambos nació en junio de 1977 en el CCD (Centro Clandestino de Detención) ESMA, donde su madre permanecía secuestrada desde abril de ese año; antes había estado en el CCD La Perla (en Córdoba).

Ocho días después del parto, la niña le fue quitada a la madre y entregada a Fernández Miranda y Luffi. Ambos la inscribieron como hija biológica; Garay y el fallecido Smaha fueron testigos del nacimiento falsamente documentado, en una partida con datos apócrifos.