MADRID-ESPAÑA  (por Fabio A. Pérez, PrensaMare)  Ha muerto Donald Rumsfeld. Para muchos –en estos tiempos de tantas urgencias de noticias y redes sociales-, un desconocido.

Pero se trató de una de las figuras de más peso junto al presidente estadounidense George W. Bush. En ese sentido, un fascista; un ultraderechista; un (reconocido en su propio país) como un “halcón”.

Fue el máximo responsable de la invasión (llamada ‘guerra’) a Afganistán y de la invasión a Irak. Falleció a los 88 años en Nuevo México (suroeste del país).

Su asesorado en su momento, Bush expresó ante esta noticia que era "un hombre de inteligencia, integridad y energía casi inagotables... nunca palideció ante decisiones difíciles".

Se desempeñó como Secretario de Defensa y el comunicado familiar sobre el deceso refirió a que "La historia lo podrá recordar por sus extraordinarios logros durante seis décadas de servicio público, pero quienes lo conocimos mejor... recordaremos su inquebrantable amor por su esposa Joyce, su familia y amigos y la integridad de una vida dedicada a su país".

Por supuesto que ni los afganos ni los irakíes –entre otros- jamás podrán coincidir con este hombre ‘tan familiero’, que fue fundamental para instalar dos terribles guerras que hasta el momento no han finalizado.

Comenzó su carrera política en el Partido Republicano (década de 1960). Congresista por Illinois (3 mandatos: 1963-1969). Director de la Oficina de Oportunidades Económicas (1969-1970). Consejero del presidente (1969-1973). Representante permanente de Estados Unidos en la OTAN (1973-1974). Jefe de gabinete de la Casa Blanca (1974-1975). Dirigió el Pentágono (1975 a 1977 bajo el gobierno de Gerald Ford; 2001 a 2006, bajo George W. Bush). Fue Consejero del expresidente Richard Nixon; enviado especial para Medio Oriente de Ronald Reagan. Y ‘el hombre fuerte’ de las presidencias de Bush hijo (2001-2006). Posteriormente, ya en la vida privada, fue empresario y presidente de varias empresas.

Luego de los misteriosos...

Atentados de septiembre de 2001 en Nueva York (a las Torres Gemelas), dirigió la invasión e imposición de la guerra en Afganistán. Luego cumplió un papel clave en la invasión de Irak (2003), y la nueva instalación de un estado de guerra en dicho país.

Como gran guerrerista impulsó el llamado ‘escudo antimisiles’; impulsó programas balísticos; dejó de lado la lógica de la disuasión para imponer la de la confrontación militar; permitió el armado de la ‘ruta de los generales’ en Afganistán (para posibilitar el tráfico de drogas hacia Rusia y Europa); dio ‘carta blanca’ a las persecuciones en Irak (incluido el secuestro, tortura y asesinato del presidente Saddam Hussein)...

Se vio forzado a renuncia el 8 de noviembre de 2006, como Secretario de Defensa, ante las críticas del Congreso y a la derrota del Partido Republicano en las elecciones del 7 de noviembre. Por esos tiempos habían salido a la luz las acciones de torturas, violaciones a los derechos humanos y crímenes de las fuerzas estadounidenses en cácerles controladas en Irak.

El 14 de noviembre del 2006, numerosas asociaciones de derechos humanos demandaron a Rumsfeld (y otros), ante el Tribunal Supremo alemán (Bundesgerichtshof) de Karlsruhe, por crímenes de guerra cometidos en Abu Ghraib y la Base Naval de la Bahía de Guantánamo. Al año siguiente (8-2-2007), el Foro Social de Sevilla presentó una denuncia en el Juzgado de Guardia en esa ciudad española contra él, por crímenes de lesa humanidad en Irak.

Trascendió que sus últimos tiempos de vida soportó delicados problemas de salud, en particular enfermedades coronarias. La muerte lo sorprendió en la localidad de Taos.