CÓRDOBA-ARGENTINA (por Manuel Justo Gaggero) Este es el título de un libro de Jorge Ricardo Masetti, con prólogo de Rodolfo Walsh , en el que se transcriben los reportajes realizados por este en la Sierra Maestra cubana a Fidel Castro y a Ernesto Che Guevara, durante la guerra revolucionaria iniciada en ese país por el Movimiento “26 de Julio” y el Directorio Revolucionario. Los mismos ,trasmitidos desde la sierra por Radio Rebelde ,cimentaron la relación estrecha de aquel con la dirigencia cubana.-Después del 1° de enero de 1959 y cuando se fue consolidando el nuevo gobierno en la “Isla de la Libertad” nuestro compatriota se hizo cargo de la organización de Prensa Latina contando ,entre otros ,con la colaboración y participación de Francisco “Paco” Urondo y del mencionado prologuista. Luego se transformaría en el “Comandante Segundo” que al frente del Ejército Guerrillero del Pueblo comenzó a operar, hace 57 años, en Salta.-En esos meses se habían producido algunos cambios importantes en nuestro país.-En las elecciones realizadas el 7 de julio de 1963, proscripto el peronismo que había sufragado en blanco, se impuso la fórmula radical –Illía Perette - con el 25 % de los sufragios.
El electo futuro presidente había anunciado que levantaría la proscripción del Movimiento, anularía los contratos para la explotación del petróleo suscriptos por el ex presidente Frondizi con corporaciones extranjeras y pondría coto a la industria farmacéutica, manejada ,fundamentalmente por laboratorios extranjeros; abaratando, con medidas concretas, los precios de los medicamentos. Estos anuncios determinaron que aumentara su popularidad al mismo tiempo que pasaban a la oposición los mandos militares y la gran burguesía vinculada al capital trasnacional.
Días más tarde, al mismo tiempo que arribaban al país Alicia Eguren y John William Cooke luego de un prolongado exilio forzado, trascendía la presencia en el Norte del grupo guerrillero al que mencionamos al inicio de esta nota que comenzaba sus actividades con una carta abierta al Presidente electo.-. Fechada el 9 de julio de 1963, desde el campamento Augusto César Sandino ubicado en la selva salteña, señalaba en algunos de sus párrafos : “….la trayectoria de su vida indica que en general ha sido un hombre rebelde aferrado a principios en los que creyó y no se apartó jamás….”.-Sin embargo –continuaba diciendo “…pese a su postura es usted el producto del más escandaloso fraude electoral…”.
En realidad estos compañeros entendían que esta situación lo deslegitimaba y que era absolutamente procedente iniciar la actividad guerrillera. Nosotros diferíamos con esa caracterización del nuevo gobierno lo que determino que tuviéramos serios enfrentamientos con la burocracia sindical vandorista. Esta presencia nos confirmó que mientras nosotros intentábamos construir un Frente de Liberación en La Habana en 1962, que se frustrara por el sectarismo y la intervención del delegado del “General ya en su laberinto” (Héctor Villalón) Masetti, junto a varios compañeros que habían acompañado a este en la creación de Prensa Latina, se sumaban al Frente de Liberación que combatía en Argelia.
En la primera reunión nacional de nuestra corriente, John comenzó su exposición describiendo los orígenes políticos del “Comandante Segundo”. Había nacido en Avellaneda en 1929 y muy joven se integró a la Unión Nacional de Estudiantes Secundarios -UNES– participando en movilizaciones previas al 17 de octubre de 1945.
Se autodefinía como nacionalista y planteaba un apoyo crítico al Gobierno del General Perón. Su pasión por el periodismo lo llevó a ingresar al diario “El Laborista” y durante el “primer peronismo” trabajó en diferentes publicaciones dirigiendo en 1955, en los meses previos al golpe del 16 de setiembre, la revista “Cara y Ceca” en la que participaban, entre otros, Alejandro Doria y Fermín Chávez.
Luego de que lograra en 1958 los reportajes que mencionamos al inicio de esta nota y de largas conversaciones con el Che conformo el E.G.P que iniciara sus actividades en el Norte argentino. Estos eran compañeros probados a los que se sumaban dos fogueados combatientes de la columna del Che y su accionar tenía que ver con la decisión de Fidel y de nuestro compatriota, con el respaldo de la dirigencia revolucionaria del primer “País Socialista de América”, de impulsar el desarrollo de movimientos revolucionarios en el Continente y en el Tercer Mundo.
Finalmente acordamos que rechazábamos el planteo de la “izquierda reformista” que los acusaba de ser “agentes desestabilizadores que le hacen el juego a la derecha” y que debíamos prestarle toda la colaboración posible como les había planteado el Che a Alicia y a John. Los sectores del privilegio reaccionaron frente a este desafió y desde los “medios de comunicación hegemónicos” le exigieron al gobierno que convocara a las Fuerzas Armadas para reprimir a los “subversivos”.
En ese escenario asume la tarea indicada la Gendarmería bajo la conducción del General Julio Alsogaray, hermano del ex Ministro de Economía que durante la gestión del Presidente de facto Guido arrasó con los derechos de los trabajadores con la consigna “hay que pasar el invierno”. Los oficiales de esta fuerza, adscripta al Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, realizaban los cursos sobre la llamada “guerra de contrainsurgencia” en Panamá y en los Estados Unidos.
El flamante gobierno radical, jaqueado por Washington por su decisión de anular los contratos petroleros y, presionado por la gran burguesía, insistía en que no se violentaran los derechos humanos de los guerrilleros; reconociendo la vigencia de la Convención de Ginebra. Con ese marco tuvimos conocimiento que se habían producido algunos enfrentamientos armados y que ya había compañeros de la organización guerrillera abatidos y otros que estaban prisioneros.
Todo aparecía como un “triste y doloroso final” ya que los quedaban, entre los que estaba el Comandante “Segundo” estaban aislados, y desabastecidos. Luego supimos que revelando la preocupación del Pentágono norteamericano se hizo presente en la ciudad de Orán el embajador de los Estados Unidos y el responsable de la estación local de la CIA.
Finalmente tuvimos información que algunos habían logrado eludir la represión y se internaron en Bolivia y que Masetti había desaparecido en la selva. Nunca se recuperaron sus restos. No cabe ninguna duda que él y los integrantes del E.G.P. fueron los primeros “guevaristas. Junto a los Uturuncos y a los compañeros de “Taco Ralo” forman parte de la historia de las luchas de nuestro pueblo que se vio expresada en las organizaciones revolucionarias y populares de la década del 70 y en las que hoy son portavoces de quienes seguimos pensando que es posible una sociedad de iguales en una Patria liberada. Son parte de la Memoria (Abogado y periodista. Ex Director del diario “El Mundo” y de las revistas “Nuevo Hombre” y “Diciembre 20”).