Vie. 29. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Notas

BIDEN: LOS ILUSIONISTAS YA SE DESILUSIONARON

BIDEN: LOS ILUSIONISTAS YA SE DESILUSIONARON

CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA  (PrensaMare)  Se han cumplido 100 días de gobierno de Joseph Biden. Tiempo suficiente para quie aquellos que se ilusionaron con un ‘presidente bueno’, comprendieran que se habían (inocentemente) equivocado.

Sin saberse muy bien porqué, ciertos políticos latinoamericanos se habían ilusionado con que la asunción de Biden el 2 de enero de 2021 significaría el inicio de una nueva relación de dicha potencia con los países de la región.

Consideraban que al ser un dirigente demócrata, se produciría una nueva relación, muy diferente a la que impuso el republicano Donald Trump (2017-2021).

Lo concreto es que quienes tejieron ese nuevo escenario cometieron el error garrafal de no analizar la historia de EEUU (con demócratas y/o con republicanos) en la Casa Blanca.

Lo cierto es que estos primeros 100 días dejó al descubierto que nada cambia para con América Latina desde el centro del poder estadounidense. Nada ha cambiado y nada cambiará; porque para dicho poder, América Latina ha sido, es y será el “patio trasero” (suyo).

Biden envió (del 13 al 16 de abril), a Argentina, Colombia y Uruguay a su asistente especial, Juan González, y a la subsecretaria interina para Asuntos del Hemisferio Occidental, Julie Chung.

En Colombia fueron recibidas por el presidente Iván Duque y su gabinete. Analizaron el tema coronavirus (y compra de vacunas a China y Rusia); los Acuerdo de Paz y los excombatientes; y la situación con Venezuela.

Los anfitriones pensaron que sacarían provecho de estas visitas pero no recibieron absolutamente nada a cambio. Solo fueron reclamos para que ‘tranquilicen’ la situación interna colombiana y que no se dejen “engañar” por China y Rusia.

En Argentina, González y Chung fueron recibidas por el mandatario Alberto Fernández y el canciller Felipe Solá. Se analizó el tema coronavirus, el aprovisionamiento de vacunas y la deuda (y futuro acuerdo) con el Fondo Monetario Internacional.

Las visitantes se mostraron muy preocupadas por lo que consideran “la penetración de China en el país”.

En su recorrido por los tres países las estadounidenses expresaron su preocupación futura, pues sostienen que la superación del coronavirus dejará a las economías del continente en crisis y que ello podría generar “inestabilidad” y “acciones desestabilizadoras para la democracia”.

En concreto: reclamaron que los gobiernos se ‘preparen’ (¿?) para estas contingencias. Lo que en otras palabras, significa que los gobiernos se preparen para… reprimir.

En ese sentido, consideran que los avances de China y Rusia en la región “escudados” en las vacunas contra el Covid-19, constituyen un peligro a la estabilidad regional futura.

También destacaron ante los gobernantes argentinos y uruguayos (el presidente Luis Lacalle Pou, el canciller Francisco Bustillo y los ministros de Interior y Defensa, Jorge Larrañaga y Javier García respectivamente), que se debe profundizar “la lucha contra el narcotráfico”, y que en ese sentido, EEUU está disponible para colaborar.

También dejaron abierta la puerta pára sumar a los 3 países en misiones de paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

De los 3 encuentros, el mantenido en Argentina fue el de mayor frialdad, y quedó en claro que la desconfianza de las visitantes para sus gobernantes ha sido grande. Todo lo contrario a la forma en que se manifestaron en Colombia y Uruguay, en razón que consideran a ambos gobiernos como aliados ‘naturales’ de Washington.

Los informes aportados por la embajada de EEUU en Argentina (a las visitantes) eran claros en cuanto a que sospechan que el gobierno argentino pretende lograr el apoyo de EEUU para acordar con el FMI, y a la vez, profundizar sus relaciones con China y Rusia. Lo que es considerado inaceptable por Washington.

Que Biden haya organizado estas visistas en sus primeros 100 días de gobierno, demuestra que –por diferentes motivos- son los países que le interesan y que usa para enviar un mensaje a toda la región.

Existen ciertos cambios verbales desde Washington, pero en el fondo no. Porque esta potencia tiene en su política externa una política clara. Y no va a ser Biden justamente quien apueste por algún cambio. No debe olvidarse que este presidente ya fue vicepresidente de Barack Obama. Y en esos años, América Latina no consiguió absolutamente nada a su favor.

Posiblemente existan ciertos nuevos espacios de negociaciones, pero ello no significará un cambio de fondo a la política exterior que ya desarrollaba Trump.