Sab. 20. Abr 2024, Santa Fe - Argentina
Editorial

EUROPA PAGA SU SERVILISMO (por Rodolfo O. Gianfelici)

EUROPA PAGA SU SERVILISMO (por Rodolfo O. Gianfelici)

SANTA FE-ARGENTINA  (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  La decadente Europa decidió claudicar totalmente y alinearse con EEUU. No es ninguna novedad; lo ha ido aceptando y consolidando desde que finalizó la segunda gran guerra.

Un servilismo que tiene sus grandes costos, pues más allá de alguna mala cara o cruce verbal de cierto dirigente, no le ha dejado a los europeos margen para nada. Y allí están prestando sus suelos para bases estadounidenses; integrados en la OTAN para invadir países a los que han empobrecido; colaborando activamente prohijando y apañando bandas terroristas; saqueando recursos naturales de países más débiles...

Causa estupor observar cómo los alegres aplaudidores de la teoría de las “armas de destrucción masiva” que le endilgaron (años atrás) a Sadam Husein, convirtiéndose en cómplices de la invasión a Irak y del crimen de su presidente, (ahora) se desesperan por mostrar su más profunda lealtad para con Washington.

Pareciera que desean tener un papel protagónico en la estrategia que el Pentágono ha ido armando para con Ucrania. Se sienten extasiados por acompañar la campaña de propaganda que el presidente Joseph Biden (y sus funcionarios) llevan adelante para presentar a Rusia como un agresor de Ucrania.

Es más: Biden, su secretario de Estado, Antony Biden, y líderes europeos han instalado que “la invasión (de Ucrania) es inminente”, pese a que desde Moscú lo han negado. Lo que hace pensar que se asiste a una situación extremadamente riesgosa, donde occidente ‘no puede’ quedar mal parada ante el mundo. De allí que cualquier acción puede esperarse de un Pentágono (y presidente) en riesgo de aparecer como simples mentirosos.

En esta creación de una guerra no declarada ni deseada por una de las partes (Rusia), Washington redobla la apuesta propagandizando a los cuatro vientos la salida de de personal de su embajada en Kiev (Ucrania). A lo que se suman otros países en similar posición. Constituyendo todo un gran montaje escenográfico y provocativo.

Inclusive la maniobra mediática ya establece a través de “medios bien informados” la fecha en que Rusia invadiría... Apelando para reforzar estas des-informaciones a opiniones de “expertos”, “analistas”, “militares retirados”, y –lógicamente- a... “fuentes confiables”.

Las cartas han sido echadas, con Washington mostrándose ‘agredida’, victimizada, y obligada a analizar diversas “opciones defensivas”, que van desde lo militar a lo diplomático, pasando por lo económico, suspensión de compras de productos rusos, cancelación de exportaciones a Moscú, dejar afuera a Rusia del sistema bancario Swift y –la frutilla del postre-: no compra de gas a Rusia (a través del oleoducto Nord Stream 2).

El tema es que, pese al servilismo europeo, no se han percatado que ellos son... el fiambre del sangüich

Porque toda la batería de acciones que promete Washington afectarán –en parte- a Rusia. Porque el país está preparado –en mayor o en menor medida- para resistir a ello. El tema está en que Europa no podría sobrevivir sin gas ruso.

De allí que podría pensarse que la maniobra de Washington es mucho más profunda. Si en su momento no pudo frenar que los oleoductos rusos llegaran a abastecer a Europa, a lo que apostaría ahora es a que el tema “Ucrania” se transforme en la excusa para patear el tablero (hablando en términos gasíferos...).

Total a Washington no le afectará absolutamente en nada; los que sufrirán las consecuencias serán sus aliadísimos europeos, que se verán obligados a salir a buscar sustitución de proveedor de gas.

Y allí está esperándolos... EEUU

Las clases dirigenciales europeas no aprenden. Son cada vez más mediocres, arrogantes, ineptas y corruptas. Han sido formados en la ceguera y no comprenden que nuevamente EEUU lleva el drama de la guerra lejos de sus fronteras. Pareciera que quienes han acompañado en invasiones, violencia y crímenes en la que fuera Yugoslavia, Irak, Siria, Sudan, Afganistán, ahora no se dan cuenta que la guerra está muchísimo más cerca de sus fronteras.

Una situación que –aún sin dispararse ningún tiro-, ya ha comenzado a mostrar sus consecuencias para los europeos. Veamos:

·         Los precios del oro subieron a valores altísimos (21 de enero 2022), ante la situación ucraniana

·         Subieron los valores en el mercado del Bitcóin y otras criptomonedas, pues crece el riesgo, impulsando la compra de recursos seguros como el oro y el petróleo

·         También aumentaron los metales preciosos, como el platino y el paladio

·         La reacción en las bolsas de Europa fue inmediata, cayendo el valor del Ibex 35 (se asistió al peor día en renta variable desde el 26 de noviembre de 2021 cuando ‘estalló’ el Ómicron), y del EuroStoxx 50

·         La inseguridad de “los mercados” europeos es total, y todos dirigen sus miradas hacia la Fed (Reserva Federal de EEUU)

·         El precio del gas se disparó el 18%; el TTF holandés, es la referencia gasífera europea, que aumentó ese porcentaje en un solo día (24-1-2022). Ocurre que el gas ruso representa más del 33% de las importaciones de gas de la Unión Europea.

Resulta altamente sospechoso que la ofensiva estadounidense avivando el tema “Ucrania” se produce cuando las reservas de gas en Europa se encuentran en un momento bajo:

·         A nivel europeo los depósitos tienen el 43% de su capacidad, cuando en enero de 2021 estaban en el 56%

·         A nivel español, los depósitos tienen el 63%, cuando en enero de 2021 contenían el 71%. Además, desde Argelia han aplicado –ahora- un aumento del 5% del gas que llega a suelo español.

En cuanto al petróleo (que Europa tampoco tiene), el Brent cotizó en la semana del 20 de enero con los valores máximos desde 2014. Y las predicciones de JP Morgan (funcionalísima a Washington), ha anticipado o advertido que el precio del crudo europeo podría ascender hasta los... 150 dólares (un aumento del 75% sobre los niveles actuales).

Mientras todo esto sucede, Washington ya viene ‘trabajando’ desde hace un tiempo con las autoridades de Catar, analizando la posibilidad que sea este país quien sustituya a Rusia en el suministro de gas a Europa. Si: mientras los europeos juegan a hacerse los belicosos, EEUU les marca el rumbo energético...

Los expertos estadounidenses pretenden que los cataríes les envíen gas natural licuado a Europa. El tema está tan avanzado que ambas diplomacias trabajan desde hace semanas (¡) estableciendo una agenda para que el emir de Catar -Tamim bin Hamad Al Zani-, trate con Biden en fecha próxima a visitarlo.

Europa recibe más del 33% del gas natural desde Rusia (una tercera parte del mismo atraviesa Ucrania). Catar es uno de los principales productores de gas natural licuado. El 75% de su producción se vende en Asia; apenas un 5% tiene como destino países europeos.

En cuanto al petróleo, el 50% de las exportaciones de crudo y productos petrolíferos rusos van a Europa (que a su vez, representa el 25% del total de las importaciones de petróleo). Los oleoductos rusos envían principalmente a las refinerías de Polonia, Alemania, y Países Bajos. El petróleo ruso que atraviesa Ucrania llega a República Checa, Eslovaquia, y Hungría. Otro ducto pasa por Bielorrusia, para llevar el crudo a refinerías de Polonia y Alemania.

Cuando se analiza con más amplitud (en espacio de tiempo y acciones) la estrategia comercial de la multinacional española Repsol, uno se encuentra con hechos que lejos de ser casualidades, constituyen todo un alineamiento geopolítico estadounidense.

Si bien para el ‘grueso del mundo’ dicha firma es española, sus principales accionistas son Sacyr (8,2% de las acciones; firma española), JP Morgan Chase (6,855%; líder mundial en servicios financieros; con sede en Nueva York), BlackRock (4,998%; la empresa de inversiones más grande del mundo, controla la mitad de los fondos cotizados en EEUU, siendo el grupo financiero más influyente en Washington y Wall Street; tiene sede en Neuva York), y Amundi (4,5%; número 1 de gestora de activos en Europa; sede en París).

Pudiéndose observar que los dos grupos estadounidenses –unidos- constituyen el sector de más peso accionario en el interior de Repsol.

La petrolera rusa Lukoil en 2008 negoció ingresar en Repsol adquiriendo el 30% del capital accionario. Ello generó una inmediata reacción en España, impidiendo la transacción.

Repsol tiene negocios en Rusia, donde controla a Evrotek-Yugra, y ASB GEO. Pero en 2021 decidió avanzar sobre su salida del país (donde no le iba mal económicamente), vendiendo a las mismas a Gazprom Neft. Todo indica que la operación finalice antes de mitad del 2022.

La estrategia comercial de Repsol es la de abandonar ‘mercados pobres’ (Irak, Marruecos, Australia, Vietnam, Ecuador, e Irlanda), como ya lo hizo antes de Angola Namibia, Liberia, Bulgaria, Papua Nueva Guinea y Sierra Leona. El objetivo es el de reforzar sus negocios en EEUU.

Ha comprado Rockdale Marcellus; está asociado en negocios, con la australiana Oil Search. Se trata de una ofensiva en el sector de gas en EEUU. En los últimos meses de 2021 había comprado la regasificadora de Canaport -ahora Saint John LNG-.

Sus acciones se alinean con el acuerdo del 2018 para comprar a Venture Global, 20 millones de toneladas de GNL durante 20 años. Gas que (a partir del 2023) irá a España, o a otros mercados. Con lo cual España pasará a depender del gas estadounidense...

A fin del 2019 adquirió el 63% de su socio, Equinor, en Eagle Ford (Texas). Lo que le permite disponer de 54.000 barriles equivalentes de petróleo al día.

Es así que la firma que aparece como exclusivamente ‘española’, cuenta con dos grupos inversores –que juntos- se convierten en quienes poseen más acciones. Una firma con activos en Marcellus Shale (Pensilvania; gas), en Eagle Ford Shale (Texas), en el Golfo de México, y en North Slope (en Alaska), de hidrocarburos convencionales.

Mientras tanto, se ha producido un hecho político que ratifica la desconsideración que Biden tiene con su par español; un tema que habíamos anticipado meses atrás desde PrensaMare.

En plena maniobra ofensiva de Biden y la OTAN contra Rusia, el presidente de EEUU convocó a los principales líderes europeos a una videoconferencia (el lunes 24 de enero). El objetivo: tratar la situación ucraniana.

Los convocados fueron: la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Olaf Scholz; el primer ministro italiano, Mario Draghi; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el presidente polaco, Andrzej Duda y el primer ministro británico, Boris Johnson.

Como se pudo observar, Biden ‘se olvidó’ de invitar al jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez. Justamente el país que días atrás ofreció públicamente movilizar efectivos hacia Ucrania, enviando ya a la fragata española Blas de Lezo...

Lo cierto es que el tema "Ucrania" aparece como una verdadera excusa estadounidense para generar una mayor tensión regional y mundial, pero lejos de sus fronteras. Algo que a los líderes europeos parece no preocuparles en demasía. En cuando al desprecio desde la Casa Blanca al mandatario español, ello se concatena con otro tema más profundo (a tratarse en otro momento), y que ronda en torno a que Washington sospecha que ‘la monarquía’ ya ha cumplido su objetivo en España...

(Imagen: Biden y Sánchez "conversando" en un encuentro pasado, de la OTAN. Una "reunión" que duró menos de un minuto...).