El sábado, los mexicanos abrieron una puerta a la ilusión...
CIUDAD DE MÉXICO-MÉXICO Los mexicanos ya tienen a su nuevo mandatario. AMLO, o Andrés Manuel López Obrador (65 años) ya fue investido y abre una etapa de esperanzas. Lo llamativo es que quienes más se ilusionan con ello, no son los mexicanos, sino los extranjeros… Quizás poque no conncen en profundidad cual es la situación interna.
Asumió y expresó: “Acepto el reto. No tengo derecho a fallar”. Palabras extremadamente comprometida. Porque debería realizar un cóctel de políticas destinadas a terminar (o bajas, al menos) la impunidad, la corrupción, la inseguridad, y especialmente la influencia (directa y/o indirecta de EEUU).
Porque quiso la historia que México linde con EEUU, el país que dice llevar adelante una “lucha mundial contra el narcotráfico”, y a la vez es el… mayor consumidor de drogas del mundo (¡).
Ha prometido nuevas medidas sociales en beneficio de las clases más desfavorecidas, en un país con el 43% de su población en situación de pobreza. Donde cada golpe de la naturaleza con tremendos terremtos ha significa el estallido de escandalosos actos de corrupción públicos y provados, con más pobres y más endeudamiento del Estado.
López Obrador asumió en la Cámara de Diputados, donde el diputado Porfirio Muñoz Ledo le colocó la banda presidencial que había entregado el saliente, Enrique Peña Nieto.
El mandatrio no descubrió nada al sostener que “El poder político y económico se han nutrido mutuamente y se ha implantado como modus operandi el robo de los bienes del pueblo y de la nación”. El tema es saber cómo hará para desarticular esa maraña. Y en ese camino de verificar su accionar, prometió someterse a una consulta de revocación dentro de dos años y medio para que el pueblo decida si continúa o no.
Prometió bajar el precio de los combustibles; otorgar millones de becas para estudiantes; construir una nueva refinería de petróleo; crear cien universidades públicas; contratar 2,3 millones de jóvenes como aprendices remunerados en empresas; otorgar un millón de pensiones por discapacidad; aumentar la pensión de adultos; otorgar ayudas sociales a las clases más necesitadas; aumentar el salario mínimo…
Pero el gran desafío será cómo poner fin a la descontrolada violencia, que se cobró en los últimos 6 años, unas 200.000 víctimas (de asesinatos). Y cómo desactivar el estado paralelo edificado por los carteles del narcotráfico, para lo cual tiene en proyecto crear una nueva Guardia Nacional.
“A partir de ahora se llevará a cabo una transformación pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo profunda y radical, porque se acabará con la corrupción y la impunidad que impiden el renacimiento de México”, dijo en el Congreso. Justo el sitio donde su fuerza política (el Movimiento Regeneración Nacional, Morena), ejerce la mayoría.
Entre los asistentes al acto se contaron la vicepresidenta argentina, Gabriela Michetti (que consideró esa asistencia como ‘una carga’…), el vicepresidente de EEUU, Mike Pence; la hija del presidente Donald Trump, Ivanka: el rey Felipe VI de España; los mandatarios de Cuba, Bolivia, Colombia, Ecuador, y Venezuela, junto a representantes de más de 50 países.