CÓRDOBA-ARGENTINA (por Manuel Justo Gaggero) Este es el título de una película del extraordinario cineasta sueco Ingmar Bergman. Mediante una construcción simbólica el vidrio se transforma en un obstáculo para visualizar el afuera; la realidad. Este es el rol que hoy juega la pandemia que permite ocultar hechos realmente alarmantes.
Así el actual inquilino de la Casa Blanca Donald Trump no sólo que se atribuye haber ordenado el asesinato del General iraní Oasem Soleiman, integrante del gobierno de ese país, sino que en plena campaña electoral acaba de reconocer que le dio “luz verde” a un operativo conjunto de la Agencia Central de Inteligencia –CIA- y el Pentágono para asesinar al presidente de Siria Bashar Hafez Al Asad.
Esta es una virtual declaración de guerra sin que hubiere autorización del Congreso de los Estados Unidos para esta. A ello se suma que al mismo tiempo que millones de estadounidenses han perdido su trabajo y están desocupados 30 millones los multimillonarios incrementaron sus patrimonios netos en 845 mil millones de dólares en esa crisis.
Por otro lado –y también está oculto e ignorado por los medios de comunicación– en el país del “American Way of life (“el estilo de vida…”) 600 mil inmigrantes están amenazados con la deportación pese a que gran parte tienen hijos nacidos en esta Nación.
Por otro lado desde su sitial ha lanzado un campaña racista y apoyado a la policía que ha asesinado, en diferentes ciudades, a personas de color que constituyeron el movimiento “Back Lives Watter” ( la vida de los negros importan) que ha llevado adelante impresionantes movilizaciones de repudio.
Al mismo tiempo este personaje, que recuerda al “Tartufo” de Moliere, dejó trascender en la Convención Republicana que ratificó su candidatura a la reelección en noviembre de este año que de triunfar el nominado por los demócratas Joe Biden no entregaría el gobierno.
Una fantochada ya que quienes tienen el poder real –el capital financiero, las multinacionales y el complejo militar industrial- no respaldarían una decisión de ese tipo en el momento en que hay serios datos que indican que hasta hora el Imperio más poderoso del mundo estaría cediendo frente al avance del tanden Rusia–China.
Para completar esta escalada belicista, Donald Trump apoya la agresión que prepara el Estado de Israel, hoy aliado de Arabia Saudita, de Barhein y los Emiratos Arabes, a la Republica de Irán con el mismo argumento que se usó para la criminal invasión que destruyó Irak.
Persiste en acusar falsamente a la República Popular China de haber generado el virus del Covid 19 instalando un clima de guerra fría como lo ha señalado la ONU. En nuestro continente y de la mano de Mike Pompeo –Secretario de Estado de EEUU-, y del grupo de Lima se prepara una invasión a la República Bolivariana de Venezuela al haber fracasado el “operativo Gedeon” un remedo fantochesco del intento de invasión a Cuba en Playa Girón en 1961 y al quedar sepultado en la corrupción Juan Guaidó (presidente “alterno” generado en Washington).
También en esta parte del Continente con el respaldo del presidente de Brasil Jair Bolsonaro se está destruyendo el pulmón verde del planeta -El Amazonas-.
Más de 2 millones de hectáreas se están deforestando mediante brutales incendios para extender la frontera agrícola en un proyecto de los grandes empresarios de los agro negocios. De esta forma al mismo tiempo que se genera un aumento del calentamiento global del planeta se agrede brutalmente a pueblos originarios que habitan en ese lugar.
Para completar estos hechos, que se ocultan detrás de este vidrio obscuro, 250 militantes sociales son asesinados en Colombia por bandas paraestatales. Contemporáneamente se articulan toda clase de maniobras dirigidas a impedir el triunfo del MAS -el partido de Evo Morales- en Bolivia.
Este es el verdadero escenario en el que vivimos hoy. Lo iremos completando en próximas notas (Abogado y periodista. Ex Director del diario “El Mundo” y de las revistas “Nuevo Hombre” y “Diciembre 20”).
