CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA (especial para PrensaMare) Murió el comunista peruano Oswaldo Quispe, el lunes 21 de septiembre en esta ciudad.
Nacido en el departamento de Tacna, en el seno de una familia humilde y honesta, siendo estudiante universitario, se sumó al Partido Comunista del Perú. Su militancia lo llevó a capacitarse y formarse como un destacado cuadro político. Llegado el momento, no dudó en sumarse como combatiente de filas.
Como guerrillero, combatió en la sierra Arequipeña contra las fuerzas armadas y policiales. Era maoísta, y ese pensamiento lo llevó a trabajar constantemente en la organización del pueblo. Las necesidades de los nuevos momentos que se vivían en el país lo hicieron retornar a Arequipa y a su tierra natal.
Logró sortear la persecución, hasta tener que marcharse y se refugió en Argentina. Igualmente era perseguido pese a ser un refugiado político. Eso lo llevó a vivir en la clandestinidad los últimos años de su vida, desde el 2016 (desde mayo la Corte Suprema de Justicia declaró procedente el pedido de extradición peruano, que lo acusaba de ser militante de Sendero Luminoso).
Este fallo revocó la decisión del juez Sebastián Cassanello, que en 2014 había declarado “improcedente” la extradición solicitada. Impuso la prisión domiciliara; Quispe había sido detenido en diciembre de 2013 tras discutir con el entonces cónsul peruano Marco Núñez Melgar.
Apeló a escribir como nueva forma de lucha, defendiendo a sus compañeros que quedaron en Perú; denunció el hambre, la pobreza y la explotación; dio a conocer la persecución a los maoístas y el sufrimiento de los prisioneros políticos en su tierra. Conducía la revista digital Perspectiva Internacional.
Últimamente esta internado en un hospital, hasta que su cuerpo no aguantó más. Le dolía el estar lejos de su patria, de sus compañeros, de su familia. Su exilio no era dorado; era de pobreza y clandestinidad. Sufría de cáncer de pulmón y se fue en la mañana del 21 de septiembre.
